¡Qué bonito! Qué bonito cuando me quieres, cuando me amas. Me amabas. Ahora no me miras lo mismo. Parezco un estorbo en tu camino. La vida marchita y desgasta. Si volviera atrás me alejaría tras tu primera mirada distinta. No lo hice. No fui capaz. Me culpé. Me gritaste y empujaste. Me culpé. Me fui haciendo pequeña. Cada vez más insignificante. No sé cómo lo hiciste, pero me aislaste y dejaste arrinconada a la espera de tu magra aprobación. Al retorno de tu amor. Me engañó creerte, cuando quise marchar. Suplicaste y dijiste que no volvería a pasar. Tuya o de nadie, Ese fue el preludio de mi muerte. Separarse con la ley no basta. Vigilaste y ahogaste con tu cerco. Sin respetar la distancia. Sin dejarme aire para respirar.
Comentarios
Publicar un comentario