Exilio
Exilio Estos pies cansados llagados, caminan sosteniendo la marcha hacía cualquier parte que no sea la que quieres dejar atrás. Ellos te sostienen, y vas pertrechada con tus pocos bienes, sacando a tus hijos a delante, jugueteando en la inconsciencia infantil que no sabe. Escapas del hambre, de las balas que apuntan a darte. Recorres caminos de piedras y barro, siguiendo la estela de aquellos que se fueron antes. Buscas otros sitios en que instalarte, para dar cobijo a los tuyos, ancianos que cuidas, enfermos que llevas contigo. Tus niños se ríen, y esas sonrisas animan tu marcha, silenciando la nada que anida tu alma. Debes conseguirlo. De ellos depende que haya un mañana. Llegarás lejos. Su fuerza te alienta. Paras en las fuentes, a calmar su sed, y sacas esos chuscos que dosificas para quitarles el hambre que pide su parte. Tus ubres ya secas destilan tu sangre. Acunas sus sueños. Les das tu aire. Respiras tranquila y decidida, mirando a todas partes, no sea que alguien dispare...